Pol Turrents
“La gente importante del cine no es tan importante”
Pol Turrents es un reputado director de fotografía que habla con la seguridad del que tiene cientos de miles de seguidores en las redes sociales, personas de todo el mundo que aprenden de sus comentarios sobre el cine y la luz. Tiene, por tanto, las ideas claras, y va al grano.
De promedio ve una película cada dos días pero no le gusta nada la televisión. “No veo series”, asegura, y da dos razones. La primera es que el arco dramático de una serie, con la narrativa interrumpida capítulo a capítulo, es una montaña rusa de emociones, un guión pensado para crear adicción en el espectador. La segunda es que no puede mantener la fidelidad de semana en semana y que ver una temporada de un tirón es una temeridad “porque te funde el cerebro”.
Las series, según su opinión, están más cerca de las radionovelas que del cine y para sustentar esta opinión pone el ejemplo del silencio. No existe el silencio en una serie, mientras que es un elemento dramático muy importante en una película. La primera media hora de Estiu 1993, la película catalana seleccionada para representar a España en los Óscars, no se entiende si no miras la pantalla. Pero una serie se sigue muy fácil sin mirarla.
Estiu 1993 es una de las películas que más le han gustado últimamente porque explica una historia personal, mínima, pero con una lectura universal. Este paso de lo local a lo global marca el éxito de esta historia intimista sobre el drama de una niña que pierde a sus padres.
Estiu 1993, además, es una película que debería servir para marcar la personalidad del cine catalán y español, alejado del glamour de Hollywood, con los pies en el suelo, mucho más sencillo y honesto. Turrents, sin embargo, se queja de que nos hayamos dejado influir por las grandes galas cinematográficas, las de alfombra roja, tacones, escotes y demás.
“La gente importante del cine no es tan importante –dice-. Somos un sector de mucho postureo”. Él ha visto a actores y actrices que no llegan a fin de mes acudiendo a las galas, desfilando sobre la alfombra roja, trajes prestados, vestidos que no se pueden pagar, una hipocresía que denuncia sin que nadie le haga caso.
Turrents no fuma ni bebe y su único vicio es el cine. Ser abstemio le cuesta muchas explicaciones y tener darlas dice mucho de nuestra sociedad. También es un poco anarquista. No le gusta, por ejemplo, el orden que imponen los centros académicos. Ha intentado enseñar desde estas cátedras certificadas, con planes de estudios y titulaciones homologadas, pero no encaja. Prefiere regalar lo que sabe y los amantes del cine, los jóvenes interesados por la fotografía y la luz, le aprecian y respetan por ello. Nosotros, entre ellos. A esta generosidad se une un principio que muy pocas personas tienen: no trabajar en ningún proyecto que no valore su dimensión humana. Si todos tuviéramos claro que, ante todo, somos personas, viviríamos con más paz y mucha más felicidad.
Xavier Mas De Xaxàs, 27/10/2017