MERCEDES VILANOVA

“Yo pondría a un analfabeto

de ministro de Hacienda”

Mercedes Vilanova va por libre. Siempre lo ha hecho y ha tenido que pagar las consecuencias. Todo le ha costado un poco más. No solo por ser mujer, sino por no plegarse a los convencionalismos en un país que premia más el amiguismo que la excelencia. Sus trabajos han desmontado mitos y han dado voz a los que pensaban que no la tenían.

Mercedes Vilanova es una pionera mundial de la historia oral, el interés por encontrar fuentes distintas a las datos y testimonios escritos. Incorporarlas a la historiografía no fue fácil. Topó con una fuerte resistencia académica a la que Mercedes se enfrentó con valentía y quijotismo.

Dar voz a las masas anónimas, a la gente "sin historia", ya fuera en un país colonizado o en uno revolucionario, significaba ampliar el punto de vista del historiador, equilibrar un espacio de investigación escorado en exceso hacia un mal entendido academicismo.

Mercedes Vilanova se interesó por los analfabetos. Los dignificó al tratar de explicar las razones del fracaso de la revolución social en la España del siglo XX, es decir, de la Segunda República.

El Atlas de la evolución del analfabetismo en España también combate la estigmatización del analfabeto, la acusación popular de es una persona anormal. El analfabetismo, como sostiene Vilanova, no equivale a ignorancia. Es más, la historiadora pone de relieve su capacidad de adaptación y supervivencia en situaciones difíciles. "En los campos de exterminio nazis no había ninguno", asegura. Este instinto para salir adelante la lleva a decir, medio en serio medio en broma, que "pondría a un analfabeto como ministro de Hacienda".

Mercedes Vilanova es una feminista de primera hora. Defendió las listas paritarias en 1985, cuando ningún partido progresista lo hacía. Tuvieron que pasar tres años para que el PSOE aceptara un 25% de mujeres en las suyas. 

Su 'Atlas electoral de Catalunya durante la Segunda República' es una obra fundamental, hoy tristemente olvidada a pesar de su actualidad. El estudio demuestra que la clase obrera, también los analfabetos, no acudieron en masa a votar porque muchos no compartían ni la doctrina ni la violencia que ordenaban los cuadros libertarios, los anarquistas, comunistas. No es cierto, por ejemplo, que su abstención obedeciera a las órdenes de los líderes anarquistas, tesis que sostenían muchos historiadores.
A partir de testimonios orales demostró, asimismo, que la república fracasó porque no supo educar a los pobres. Asimismo, ha demostrado que la mayoría de españoles no sintieron como propia la guerra civil, es decir, que a pesar de todo lo escrito sobre la confrontación fratricida, las fuentes orales insisten en que pasaron la contienda sin creer en ninguno de los dos bandos.

Hoy, en pleno movimiento #Metoo reclama el "feminismo de la complicidad", es decir, uno que incorpore al hombre en igualdad de condiciones con la mujer. Reconoce que no es fácil porque el hombre, a su juicio, no es tan inteligente como la mujer y suple esta carencia con un dominio físico que ella no atribuye solo al patriarcado sino a una herencia genética del mundo animal. "Habéis leído mucho menos", no dudó en decirnos durante la hora larga que estuvo sentada en uno de los taburetes de la barra del Giardinetto.

Mercedes tiene 86 años y un gran reconocimiento en Europa, Estados Unidos y América Latina. Su vida la resume muy bien su biógrafo Francisco Martínez Hoyos en Mercedes Vilanova. La raíz de las fuentes orales (Arpegio).

Al final de su larga trayectoria académica y revisionista, Mercedes reivindica la necesidad de la mentira. Puede parecer paradójico en una historiadora, pero no tanto en ella, acostumbrada a nadar contracorriente, a denunciar la transición española, por ejemplo, porque blanqueó el franquismo y creó una democracia demasiado imperfecta.

Asegura que "la verdad es insoportable" y que "la mentira nos ayuda" a seguir adelante. Ella, que ha entrevistado a cientos de personas, sabe cuando una le miente y, aún así, recoge su testimonio porque considera que también es valioso. 

Xavier Mas de Xaxàs, 05/11/2022