LlUíS CABRERA

“ROSALÍA NO ES UN PRODUCTO”

Luis Cabrera nació en Jaén y cuando tenía diez años emigró con su familia a Barcelona. Vivió en Sant Andreu y se implicó en la lucha vecinal contra unas autoridades que descuidaban la periferia y a los inmigrantes.

Fundó la peña flamenca Enrique Morente, a donde los sábados se iba a oír cante y el resto de la semana a charlas de formación. Luego fundó Taller de Músics en el barrio del Raval, una escuela que transformó la enseñanza del flamenco, el jazz y otros géneros musicales. Allí se han formado cientos de artistas, tal vez ninguno con más proyección internacional que Rosalía.

Cabrera recuerda a una Rosalía muy preparada y muy inteligente, que sabía muy bien lo que quería y a dónde iba. Destacó muy pronto por su voz, su dominio del inglés y su habilidad con el flamenco. Cabrera afirma que si hoy hace lo que hace es porque quiere no porque alguien se lo diga. “No es un producto –aclara-. En todo caso, el producto lo hace ella”.

Barcelona y Catalunya no serían las mismas sin Luis Cabrera y “los otros andaluces” que las hicieron mestizas. Este mestizaje lo ha defendido en ensayos como Els altres andalusos (L’Esfera dels Llibres) y Catalunya será mestiza o no será (Marco), obras en las que ha criticado tanto a los catalanes como a los españoles que no abrazan la diversidad y la tolerancia.

El barrio del Raval, en Barcelona, mantiene la energía y cosmopolitismo del que se nutren muchos artistas. “El Raval te da un toque –asegura Cabrera- y si no te asustas, igual puedes ser artista”.

Amigo de Enrique Morente -un “sabio popular andaluz” que “me abrió los ojos”- y de Camarón -“un ángel con una orquesta sinfónica en la garganta”-, Cabrera recuerda cómo el Taller de Músics rompió el tabú de que “estaba prohibido enseñar a cantar flamenco”. Entonces se pensaba que el cantaor nacía no se hacía. El Taller demostró que sí se podía enseñar y Cabrera sigue haciéndolo con la energía del primer día.