Stefano Colli
“Una cosa es bonita por lo que es,
no por lo que quiere ser”
Stefano Colli es una de las personas que habla despacio y en voz baja, no muy despacio ni demasiado en voz baja para ser un fastidio entenderle sino justo a la velocidad y el volumen que hacen muy agradable la conversación. Ayuda que Stefano sea una de aquellas personas capaces de ponerse en la piel del otro, entendiendo de salida que su punto de vista no es infalible.
Hablamos de su trabajo como profesor en la escuela Elisava y como interiorista, de cómo el interiorismo se ha convertido en una herramienta al servicio de una marca para transmitir valores, una identidad forjada en la gestión material del espacio. “Es una forma como cualquier otra de comunicar”, asegura, basándose en la experiencia acumulada después de haber montado muchos stands para diversas empresas en ferias por toda Europa.
Stefano estudió arquitectura en Milán, en una época dominada por el postmodernismo. Recuerda con nostalgia su etapa de estudiante, especialmente, “porque era una esponja” capaz de absorber todo el conocimiento.
Sin embargo, no le gustaba vivir en Italia y hace 28 años, con la licenciatura bajo el brazo, se instaló en Barcelona, una ciudad entonces olímpica y a punto de comerse el mundo.
La modestia de su forma de ser la traslada a sus diseños. Es una filosofía de vida, basada en la transparencia y la belleza interior: “Una cosa es bonita porque lo es no porque lo quiere ser. Lo peor es cuando alguien se empeña en ser lo que no es”.
Stefano defiende la belleza de lo simple y funcional, teniendo en cuenta que lo artificial siempre acaba desenmascarado, olvidado, despojado de cualquier interés.
Stefano Colli tiene cinco hijos y en su casa no hay servicio doméstico. Todos contribuyen a las tareas del hogar. Las vacaciones las pasan en una autocaravana que avanza sin rumbo ni calendario fijo. No le gusta leer y tampoco el cine. Tampoco le gusta la política ni el fútbol, pero sí la música, las motos y la cocina.
“Creo en las personas y no en los políticos”, dice al tiempo que confiesa pasar tanto de la política que no le importa quien gobierne. Reconoce, eso sí, la necesidad de un cambio radical en los próximos años, tanto por parte de la clase política como de la sociedad en su conjunto, para frenar el populismo.
Xavier Mas De Xaxàs, 28/09/2018