Anton Serra

“Jimi Hendrix me pone como una moto”

Anton Serra dudó entre ser psiquiatra o profesional de la flauta travesera. Las circunstancias le alejaron de las tensiones cerebrales y lo acercaron a las pasiones musicales, entre ellas una novia y un concierto en primera fila de Jethro Tull, el mítico flautista Ian Anderson tocando rock progresivo.

Serra es hoy un virtuoso del primer instrumento de la humanidad. De las flautas hechas con huesos de tibia hemos pasado a las de oro macizo, como la suya. Por poco no muere hace un año con ella, ahogados los dos en una riada del Maresme.

Serra escucha a Vivaldi, Mozart, Bach y Debussy, pero quien le pone de verdad es Jimi Hendrix. Considera que “es el mejor músico de todos los tiempos. Es lo máximo. Me pone como una moto”. Jimi Hendrix, el músico de Seattle que abrió una nueva dimensión en el rock, es capaz de transmitir a Anton Serra “algo galáctico”. Si le pides que elabore el concepto galáctico se queda en eso. Las impresiones que provoca la música a veces son difíciles de explicar con palabras.

Serra reconoce que los intérpretes son hoy atletas y que a Barcelona llegan los mejores, contratados para actuar en el Palau de la Música, el Liceu y el Auditori. Echa de menos, sin embargo, la clase media de los conciertos, aquellos que, aún cortos de virtuosismo, van sobrados de roce social y amistad.

Durante un tiempo, Anton Serra organizó conciertos en los parques de Barcelona y cree que en estos tiempos de pandemia serían una buena solución para devolver la música a la sociedad. Ojalá Hendrix y Anderson estuvieran a mano para organizar un trío con Serra.


Xavier Mas de Xaxàs, 14/11/2020