EL TENOR

Álex Medina

Tras los aplausos de las 20 h y durante 65 días, en la esquina de Aribau con Paris se hizo el silencio. Poco después aparecía “el tenor”. Y nos ha regalado desde su balcón, un poco de música. Una o dos piezas, no más. Ha compaginado la lírica con temas más populares (pop) y nos ha emocionado a todos.
La voz de un tenor siempre impresiona. Los vecinos esperábamos este momento en un respetuoso silencio.
Se llama Gustaf Farwell informan las redes. Es americano, tuvo un pasado en Arizona y se declara adicto al Caribe. Más allá del placer que supone el privilegio de disfrutar de la voz de un tenor, de Gustaf me ha encantado su pose, educación, respeto. Nunca ha buscado el protagonismo. Entre aplausos ha saludado y repartido sonrisas. Con su hija grabando todas sus apariciones (están en Instagram), al acabar su actuación siempre se ha retirado discretamente, dando la sensación de eludir protagonismo.
Tras su ultima actuación el pasado domingo donde no pudo disimular su emoción, a través de Instagram se mostró agradecido y apunta que cualquier día podemos ir a tomar una copa de vino y conocernos personalmente. No pienso faltar.
Así es el tenor. Nuestro tenor.