Joan Gràcia (Tricicle)
“Hay que divertirse para poder divertir”
Joan Gràcia está en la recta final de un largo recorrido. Le acompañan sus vértices de siempre, Paco Mir y Carles Sans. Tricicle nació el 1 de noviembre de 1979 en Barcelonay se acabará el próximo otoño, también en Barcelona, con una última función en el Victoria. Su teatro gestual exige unas condiciones físicas que cada vez son más complicadas de alcanzar. Después de 39 años en los escenarios, prefieren dejarlo y dedicarse a otras cosas, como escribir, dirigir y producir.
Joan nació en el Poble Sec, un barrio de Barcelona junto al Paral·lel que en su infancia estaba rodeado de teatros de variedades, cabarets y cine mudo, todo sorpresa y diversión. Conoció a Paco y Carles en el Institut del Teatre y empezaron haciendo el payaso en pequeño formato por las salas alternativas de Barcelona. En 1982 estrenaron en la sala Villarroel (Manicòmic). Poco después, Chicho Ibáñez Serrador les dio una oportunidad en el concurso de Televisión Española “Un, dos, tres, responda otra vez”, donde versionaron a Julio Iglesias cantando Soy un truhán soy un señor. El público y la crítica rieron sin parar. Estaban lanzados y así han seguido hasta hoy, “apayasando” las situaciones corrientes a las que todos nos enfrentamos cada día.
A Joan le gusta ser payaso, un payaso mudo, alumno en las escuelas de mimo europeas. También le gusta mucho el cabaret, y la buena mesa, y las mujeres, pasarlo bien y contribuir a que la gente se divierta. “Hay que divertirse para poder divertir”, asegura este actor que aún hoy le gusta actuar “porque la gente se lo pasa bien”.
Cuando era joven y pesaba 25 kilos menos ya se sentía “gordito” y como el gimnasio le horrorizaba pensó que sería una buena idea apuntarse a clases de expresión corporal. Las daba Anton Font, fundador de la compañía Els Joglars, y estaban muy orientadas hacia la teatralidad. El lugar era el Timbal, la escuela de artes escénicas más antigua de Barcelona. Luego, en diciembre de 1977, Joan fue a ver el espectáculo Flowers de Lindsay Kemp. Inspirado en la novela de Jean Genet Santa María de las Flores, aquel montaje le enseñó el camino a seguir.
La palabra quedó relegada, como también lo estaba en el teatro que más le gustaba, el de Els Joglars y Comediants, así como en el cine de Jacques Tati. En el Institut del Teatre aprendió mimo, acrobacias, esgrima y máscaras, andamios del futuro Tricicle.
El Tricicle termina con Hits, un espectáculo elaborado con los mejores sketchs del grupo. La compañía, sin embargo, continúa. Joan espera seguir programando cabaret, como hace ahora en el Lío de Ibiza, y no descarta volver a los escenarios si los dioses le son propicios.
Xavier Mas De Xaxàs, 23/03/2018