Juan Pablo Villalobos

“Me repugnan los temas identitarios”

Al escritor mexicano Juan Pablo Villalobos, autor de novelas como No voy a pedirle a nadie que me crea, premio Herralde 2016, le cae bien la barra del Giardinetto. Sentado en su taburete, con los codos reposados sobre la madera, se siente cómodo, liberado, con fuerza para decir lo que piensa. Y eso que lo entrevistamos durante una cura de salud, es decir, bebiendo agua con hielo y una rodajita de limón. Llevaba meses así, perdiendo kilos a base de no pobrar el alcohol y la bollería industrial que tanto le gusta.

Villalobos es un narrador con sentido el humor, un escritor que prefiere narrar antes que explicar, que se acomoda bien con los irreverentes. Considera que estos escritores son más de nuestro tiempo. Carlos Fuentes y Octavio Paz, por ejemplo, explican más que narran y parecen de otro tiempo. Dice que “explicar es opinar”, algo que no le interesa. A él le interesa mucho más, por ejemplo, la literatura de Jorge Ibargüengoitia, un escritor con mucho humor y que, aparentemente, no busca la verdad ni nos anticipa el futuro.

El mestizaje está en el ADN de Villalobos, tanto en su vida como en su obra. Llegó a Barcelona para completar un doctorado en la Universidad Autónoma y allí conoció a una chica brasileña que hoy es su mujer. Probaron a vivir en Brasil pero acabaron prefiriendo la calidad de vida de Barcelona. Tienen dos hijos y en casa hablan español, brasileño y catalán.

De esta triple identidad lingüística, Villalobos obtiene una lengua nueva, un léxico y una gramática que mezcla sonidos y estructuras, y que utiliza para escribir. Confiesa que “escribo en territorio de nadie” y que así “reinvento el no lugar”. Este cosmopolitismo lo coloca en las antípodas de las identidades pétreas. Asegura que “me repugnan los temas identitarios” y que encuentra racista preservar la pureza de su mexicanidad original.

Villalobos habla de Barcelona, del barrio de Gracia, del cómo la gente que llega de otros lugares va perfilando el cosmopolitismo de esta urbe pequeña, que se puede recorrer a pie. Mientras habla de su experiencia barcelonesa y va madurando su pensamiento lógico le sale un silogismo casi sin querer: “El cosmopolitismo es la suma de los pueblerismos”. Al final de la entrevista habla de fútbol, del Atlas, su equipo preferido en México, así como de la película Roma y de por qué no le ha gustado.

Xavier Mas De Xaxàs, 05/04/2019