Thais Villas
“Aquí todo el mundo roba”
Thais Villas tiene las ideas claras o eso parece. Responde rápido y casi siempre con una sonrisa. Lleva años siguiendo la actualidad política española desde la atalaya de El Intermedio, el informativo de La Sexta que presenta Wyoming. La sátira y la ironía del programa ayudan digerir la cruda y espesa realidad.
Antes de llegar a El Intermedio, Villas pasó por la redacción de varias emisoras de radio y también trabajó en Telecinco, haciendo reportajes para Ana Rosa Quintana, cuyo programa lidera las audiencias matinales.
Villas no quería dejar Telecinco pero le apetecía mucho trabajar con Wyoming y ahí sigue, haciendo entrevistas a pie de calle y cazando a diputados para ponerlos a prueba con preguntas de sentido común que no siempre atinan a responder.
La periodista de Fraga (Huesca), que estudió en Barcelona, empezó trabajando como telefonista de Airtel y se fue a Madrid cuando en la capital catalana se le acabó el trabajo, considera que a los políticos españoles les falta nivel. Muchos no leen ni los informes de los temas que deberían dominar. Hay otros que pueden pasarse una legislatura en el Congreso (cuatro años) sin abrir la boca. Villas los llama “figurantes sin frase”. Su único trabajo consiste en asistir a los plenos y no equivocarse en las votaciones.
De Pedro Sánchez, líder del PSOE, asegura que es un robot. “Ha perdido la frescura que tenía al principio.” Lo mismo les sucede a otros políticos, incapaces de decir nada original, obligados como están a seguir el guión que escriben sus equipos de comunicación. Rafael Hernando, en este sentido, es uno de los mejores “porque te lo devuelve todo” y tiene “la cara de cemento”. Es capaz de ofrecer cualquier opinión, por radical que sea, y luego, si es necesario, matiza. Ocurrió por última vez hace unos días cuando vaticinó que el president Puigdemont puede acabar como Companys. Mucha gente conoce que Lluís Companys, presidente de la Generalitat durante la República, fue fusilado por Franco. Hernando, en su matización, dijo que se refería a su detención por haber proclamado el Estado catalán dentro de la República española.
Villas no muerde estos anzuelos. Hace tiempo que perdió la inocencia. Son las ventajas de estar al pie del cañón, buscando opiniones en el barrio de Salamanca –donde hay vecinos que a Wyoming no le dan ni agua- y en la carrera de San Jerónimo, en la acera opuesta al Congreso de los Diputados, sin poder acceder al edificio porque ahora los periodistas que utilizan el humor lo tienen prohibido.
La calle le ha permitido conocer muy bien a los españoles y llegar a la conclusión de que “aquí todo el mundo roba”. Los políticos, por supuesto. Pero también la gente de a pie, “la que se lleva todo lo que puede de las bodas y los hoteles”. Cuestión cultural que Villas no cree que vaya a cambiar pronto porque “la gente protesta por lo que le interesa, porque no la dejan fumar, por ejemplo, pero luego cuando vienen las vacaciones reservan un hotelito en Croacia y adiós”.
Si hoy pudiera quedarse con un político su elegido sería Miquel Iceta, líder del PSC, al que no le costó nada sacar a bailar en directo. Iceta, en todo caso, sería la excepción en una izquierda que Villas cree que suele ponerse demasiado trascendental. “La derecha tiene más retranca y se suelta mucho más”, asegura.
Xavier Mas De Xaxàs, 13/10/2017