Ignacio Martínez de Pisón
“Me gustaría vivir en una sociedad
donde la épica fuera innecesaria”
Sentado en la barra del Giardinetto, el escritor Ignacio Martínez de Pisón, se arremanga frente a una botella de cerveza como haría cualquier trabajador ilustrado al final de una jornada construyendo vidas imaginadas.
Pisón, premio nacional de narrativa por La buena reputación (2015), acaba de poner punto final a su última novela y cualquiera esperaría que diera un trago largo, de anuncio cervecero, la recompensa al trabajo bien hecho. Su beber, sin embargo, es estoico, de tragos cortos y perseverantes, lo que es bueno para hilvanar conversaciones de toma y daca. La cerveza, además, como él mismo reconoce, proporciona “un tono suavemente ascendente” que nos ayuda a ser simpáticos sin llegar a la borrachera impertinente tan típica en los destilados.
Al repasar el mundo que nos rodea, Pisón da las gracias a Europa por ayudarnos a ser mejores y reniega de la épica que aflora por todas partes. Abundan los héroes, la mayoría autoproclamados, y no hay señal más clara de que atravesamos tiempos convulsos. “Me gustaría vivir en una sociedad donde la épica fuera innecesaria”, dice. Es decir, en una época y un lugar mucho más livianos, donde “el único que llama al timbre a las cinco de la mañana es el lechero”.
Escribir una columna de opinión quincenal en La Vanguardia le obliga a ordenar las ideas, “un ejercicio que deberíamos hacer todos”. Le pesa la repercusión que sus opiniones puedan tener en los lectores porque él no quiere convencer a nadie, “sólo exponer un punto de vista más”.
Hijo predilecto de Zaragoza, donde nació en 1960, Pisón es un seguidor del Real Zaragoza. El equipo hace tiempo que no es el que fue, y él se ha acostumbrado tanto a verlo jugar mal que ya no le gusta el buen futbol. Donde haya un Zaragoza-Ponferradina que se quite cualquier eliminatoria de la Champions. Confiesa que la única cosa a la que hay que ser siempre fiel es a tu equipo de futbol porque esto significa que sigues siendo fiel a tu infancia.
Xavier Mas De Xaxàs, 09/03/2017